Los estudiantes de la Universidad Wesleyan, Diego Olivieri y Annie McGovern entrevistan a un exprisionero de guerra, Gyumri, Armenia, marzo de 2022.

Continúan los abusos contra las personas de etnia armenia en Nagorno Karabakh

El 27 de septiembre de 2020, después de treinta años de un “conflicto congelado” por el territorio de Nagorno Karabakh, estallaron 44 días de guerra entre Armenia y Azerbaiyán. Si bien un acuerdo de paz intermediado por Rusia detuvo el conflicto armado el 10 de noviembre de 2020, casi dos años después, continúan las violaciones de derechos humanos. Además, casi no ha habido avances hacia la rendición de cuentas por las ejecuciones extrajudiciales, la tortura, la detención arbitraria, la desaparición forzada y el desplazamiento forzado ocurridos durante ese periodo.

EL PAPEL DE LA RED UNIVERSITARIA

Poco después de la guerra, estudiantes de Harvard, Yale y Wesleyan unieron fuerzas bajo la supervisión de la Red Universitaria de Derechos Humanos para documentar las violaciones en curso en Nagorno Karabakh. En marzo de 2022, la Red Universitaria realizó un viaje de investigación a Armenia y Nagorno Karabakh. El viaje fue dirigido por los supervisores Thomas Becker y Tamar Hayrikyan e incluyó a estudiantes de Wesleyan University y Yale [Vea las reflexiones de los estudiantes sobre su participación en este viaje, aquí (en inglés)]. Becker y un estudiante de Harvard regresaron a Armenia en junio para hacer un seguimiento de la recopilación de información.

El equipo de la Red Universitaria descubrió que, a pesar de la presencia de una fuerza rusa por mantener la paz, desplegada desde el primer día con el alto al fuego, las poblaciones fronterizas siguen enfrentando ataques físicos, hostigamiento y amenazas a la vida graves. Muchas personas de la etnia armenia se han visto nuevamente obligadas a huir de sus hogares en busca de un lugar más seguro.

Mientras nuestro equipo continúa su investigación sobre los abusos de la posguerra, una cosa queda clara: no puede haber una paz duradera mientras persistan graves abusos contra los derechos humanos. Azerbaiyán, Armenia y la comunidad internacional deben proteger a las poblaciones vulnerables, poner fin a los abusos y garantizar el acceso a la justicia y la reparación de las víctimas de violaciones de derechos humanos.